Tuesday, November 23, 2010

A la gran Epistola...

Amanecía yo ayer, con dolor de cuello y el estómago lleno aún de la coca cola zero que habia tomado una noche antes, y que mi organismo se rehusaba a digerir (mismo sabor mi trasero), me levataba para prepararme e ir a trabajar, cuando de repente... una carta!

Yacía sobre mi televisor una carta, venía directo de Rusia y estaba sellada con el escudo oficial de la hermandad. Entonces pensé: "es una carta de los hermanos"...

En ella me comentaban que mi labor misionera no habia pasado inadvertida a los ojos de la "hermandad de los hermanos"... (viento siniestro) y que estaban satisfechos con mis recientes epistolitas tocando temas tan sublimes y superfluos como la posibilidad de viajar en el tiempo o de la controversia moral que a un cristiano podría suponerle convertirse en vampiro.

Asi que por medio de esta carta me instaban, me animaban, me instruian y amenazaban a que continue actualizando el blog.

"Es demasiada responsabilidad", pensé. "El futuro de la congregación de la hermandad de los hermanos depende de mis palabras de aliento y ánimo. Podré responder al llamado con la ferocidad y efervecencia necesaria?"

Con total convicción en el corazón me dije a mi mismo truinfante: "POR SUPUESTO... que no".

Un día más de trabajo

-Rwwrr, rawrr... -Mmm... interesante (Siempre la misma pelotudez...)